Hubo un tiempo en que Alejandro Armenta y Sergio Salomón vivieron un desencuentro del que solo los involucrados conocen a detalle. La confirmación de que el pasado quedó lejos en un tiempo y espacio estuvo a la vista desde que el primero de ellos ganó la candidatura en noviembre de 2023.
El gobernador de aquel año trabajó desde el primer momento en afianzar el proyecto del entonces senador de la República. Operó desde el ala política para que el hombre de mayor confianza, José Luis García Parra dispusiera de información y otros insumos indispensables para alcanzar la meta trazada: las llaves de Casa Aguayo.
Esa simbiosis volvió a ser evidente cuando el viernes de la semana pasada el exgobernador de Puebla colocó en sus redes sociales la imagen de cinco actores de primera línea en a toma de decisiones: Armenta, el propio Sergio Salomón; el edil de la capital, Pepe Chedraui; el coordinador de Gabinete, García Parra y el delegado federal, Javier Aquino.
Le siguió en el ejercicio de comunicación política Pepe Chedraui para refrendar una circunstancia, obvia y palpable: en el partido en el poder el pastel del poder público en 2027 se va a repartir entre ambos grupos, el del gobernador Armenta y su mariscal de campo, García Parra y su antecesor, director en funciones del Instituto Nacional de Migración y sus aliados, Chedraui y Aquino.
Esa es la obvia lectura tras la divulgación del cónclave que los columnistas de la fuente política han analizado con precisión. Hay otras que no se debe desdeñar: las ausencias, que también prefiguran un escenario de cara al proceso de selección de los perfiles en condiciones de competir por algún distrito o alcaldía con cierta solvencia en las urnas.
Quien asuma que tiene fortalezas políticas, base electoral o aceptación entre la gente deberá sortear la aduana de los cinco a la mesa. No hay duda que lo que la política unió en el pretérito, no lo separará la insidia coyuntural en la escena pública.
Más de Parabólica: La trama en Zacatlán
Réplica de Asdrúval Drake Hurtado a la entrega de la Parabólica publicada el lunes 3 de octubre.
Agradezco sinceramente que se me tenga presente en el despertar social de Zacatlán. La participación ciudadana y el análisis público son siempre bienvenidos cuando se realizan con responsabilidad y respeto.
Mi prioridad, hoy y siempre, es el encargo que me ha confiado el gobernador Alejandro Armenta al frente del Plantel 23 del COBAEP, donde trabajo cada día con la firme convicción de aportar al segundo piso de la Cuarta Transformación desde la educación, formando hombres y mujeres críticos, libres y conscientes, comprometidos con el cambio social y con el futuro de nuestra región.
No existe prueba ni fundamento alguno de las acusaciones que se mencionan. No tengo, ni directa ni indirectamente, participación en ninguna organización o actividad política. Mi actuar está centrado exclusivamente en el ámbito educativo y social, alineado al proyecto transformador que impulsa el Gobierno del Estado.
Los gobiernos municipales deben asumir con madurez y transparencia la responsabilidad de sus actos, sin buscar culpables externos. Ganarse la confianza del pueblo y mantener la paz social es una obligación de toda autoridad que desee contribuir verdaderamente a la gobernabilidad y al bienestar colectivo.
Agradezco también la oportunidad para pronunciarme sobre la supuesta misoginia que algunos intentan atribuirme. Esa afirmación es completamente infundada. Debemos dejar atrás la idea de que toda crítica a un gobierno encabezado por una mujer es misógina. El género no puede ni debe blindar a nadie de la crítica pública; lo que se debe evaluar son los resultados, la capacidad y la gestión. México necesita avanzar hacia una madurez democrática, donde las diferencias de opinión no se conviertan en etiquetas o descalificaciones personales.
Reitero que las observaciones deben dirigirse a las acciones de gobierno, no a las personas. La función pública exige serenidad, piel gruesa y compromiso con los resultados, no confrontación ni victimismo.
Mi compromiso está con la educación, la gobernabilidad y el fortalecimiento social. Estoy enfocado en servir, construir y aportar desde mi responsabilidad institucional al desarrollo de Zacatlán y de toda la Sierra Norte. Ya habrá tiempos políticos; hoy es tiempo de trabajar con honestidad y resultados.
Asdrúval Drake Hurtado
Director del Plantel 23 del COBAEP
Zacatlán, Puebla
