Este miércoles por fin Héctor Durán Díaz, encargado de la empresa Concesiones Integrales, mejor conocida como Agua de Puebla para Todos, compareció en el Congreso del Estado de Puebla, acción que generó distintos escenarios que a continuación les mencionaré.
Primero. Compareció junto a Gustavo Gaitán Alcaraz, director de Soapap, algo que no fue muy bien visto por algunos diputados como Delfina Pozos del PRI, y Rafael Micalco del PAN, quienes los acusan de estar coludidos, ya que debieron comparecer de forma separada ya que Gaitán representa a un organismo vigilante y no participante.
A este escenario se le suma que en el discurso tanto de Agua de Puebla como de Soapap llegaron pregonando triunfos, mostrando exactamente las mismas cifras, algo muy difícil que ocurra, lo que sugiere que entre ellos se pasaron “el acordeón del examen”.
Segundo. Hablando precisamente de los supuestos avances y mejoras que presumieron, fueron encarados por Fedrha Suriano, diputada de Movimiento Ciudadano, quien sacó a relucir denuncias ciudadanas acerca del mal servicio que da la empresa y en varios casos, la ausencia del mismo.
Cuando Durán y Gaitán trataron de proponer soluciones, la también nueva dirigente estatal de la “fuerza naranja” los detuvo sabiamente, ya que les recordó que las quejas no venían de la Comisión, del Congreso o de ella, sino de la ciudadanía a la que ellos deben procurar.
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Tercero. Cuando le preguntaron al representante de Agua de Puebla si estaría dispuestos a renegociar el contrato, aplicó la del “Tío Lolo” y evitó responder la pregunta, demostrando así que solo tiene interés por el dinero y no por darles un servicio de calidad a sus usuarios.
Es obvio que si todo queda hasta aquí, los triunfadores serán precisamente los representantes de esta entidad y de Soapap, por lo que urge que desde el palacio legislativo de Puebla tomen cartas en el asunto.
Ahora, es evidente que no se le puede quitar la concesión a la empresa ya que se le tendría que dar una cantidad de dinero estratosférica, que en lugar de castigo parecería un premio por todas las fallas de Concesiones Integrales. Entonces, ¿Cómo puede proceder el Congreso?
La respuesta la dio hace unos días precisamente la priista Delfina Pozos, aplicar sanciones por cada una de las acciones o no acciones en las que Agua de Puebla incurra en incumplimiento de contrato. En otras palabras, cobrarle a la empresa por cada falla que cometa.
Obviamente Concesiones Integrales jamás va a reconocer sus fallas, pero si por cada denuncia ciudadana que pueda ser comprobada se les castiga el bolsillo, la empresa se dará cuenta que le saldrá más barato hacer las cosas bien, y eso le garantizará un buen acceso al agua potable a sus usuarios.
Por lo que puedo notar, la novela entre el Congreso local, Agua de Puebla y Soapap apenas acaba de comenzar, pero mientras vemos cuál será su siguiente capítulo, nosotros nos leemos la próxima en El Acuario.