La tormenta tropical Hilary, que se formó en el océano Pacífico el pasado 18 de agosto, ha causado estragos en México y Estados Unidos, dejando lluvias intensas, inundaciones, deslizamientos de tierra y daños materiales a su paso.
Hilary tocó tierra en la península de Baja California, México, el domingo 21 de agosto, con vientos de hasta 120 km/h. La tormenta provocó la muerte de al menos una persona, que quedó atrapada en su vehículo por una crecida de agua. Además, varias casas quedaron sumergidas y cientos de personas tuvieron que ser evacuadas por las autoridades locales.
El mismo día, Hilary cruzó la frontera con Estados Unidos y se convirtió en la primera tormenta tropical en llegar al sur de California en 84 años. La tormenta trajo consigo lluvias récord de hasta 10 pulgadas (25 cm) en algunas zonas, lo que ocasionó inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Algunas carreteras quedaron intransitables y varios vuelos fueron cancelados o retrasados por las condiciones meteorológicas adversas.
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Más de 10 personas fueron rescatadas del lodo en un centro de atención para personas mayores en Cathedral City, California. También se reportaron incendios forestales y un sismo leve al norte de Los Ángeles.
Hilary continuó su trayectoria hacia el norte, donde 16 millones de personas desde el sur de California hasta Idaho estaban bajo alerta de inundaciones el lunes 22 de agosto. Se esperaba que la tormenta se debilitara gradualmente a medida que avanzara hacia el interior del país.
Hilary ha sido una de las tormentas más fuertes y destructivas de la temporada de huracanes del Pacífico este año. Los expertos atribuyen su intensidad al cambio climático, que ha elevado la temperatura del agua y ha generado más humedad en el aire.