Política pública sostenible, un reto local

Si bien la política pública sostenible se encuentra enmarcada en los compromisos de la Agenda 2030; la falta de una planeación local que se adapte a la realidad y a las necesidades de las comunidades es el reto que los ayuntamientos no han podido solucionar.

Los municipios enfrentan desafíos ambientales, el crecimiento urbano acelerado, la contaminación, la desigualdad y el deterioro de los recursos naturales han puesto en riesgo el bienestar de las generaciones futuras.

Ante este panorama, surge la importancia de diseñar y aplicar políticas públicas sostenibles, entendidas como estrategias gubernamentales locales que buscan equilibrar el progreso económico con el desarrollo humano, teniendo como ejes centrales la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.

Las autoridades municipales enfrentan retos particulares como la disponibilidad de recursos naturales, los niveles de pobreza y desigualdad, el crecimiento urbano desordenado y la debilidad institucional.

Una política sostenible no puede ser impuesta desde arriba ni tampoco puede ser algo general para todos los municipios, deben considerarse diversos factores para que sea adaptada a las condiciones de los municipios y de las comunidades, ya que requiere la colaboración de la sociedad civil, el sector privado y los habitantes de las comunidades.

Por ejemplo en municipios rurales, estrategias como la agricultura sostenible, el turismo ecológico y las comunidades sostenibles pueden generar empleo y preservar la identidad cultural, siempre que existan políticas de apoyo técnico y financiero.

Para el caso de municipios semi urbanos las ciudades sostenibles y las ciudades esponja son estrategias que pueden ayudar a combatir los problemas de identidad, crecimiento y desarrollo que enfrentan actualmente.

En los municipios urbanos estas estrategias, adaptadas a las necesidades de cada colonia son herramientas de desarrollo territorial, apropiación cultura, cuidado del medio ambiente y cohesión social.

La construcción de una política pública sostenible en nuestro país demanda una visión integral y de largo plazo. No basta con diseñar programas aislados o campañas temporales; la reforestación y el reciclaje son estrategias de gran ayuda, pero es necesario dar un paso más allá y hacer una política publica integral de desarrollo sostenible local.

Esta planeación debe  fortalecer la planeación institucional, garantizar la participación ciudadana y asegurar la continuidad de las estrategias más allá de los periodos de gobierno.

Las experiencias locales demuestran que la sostenibilidad es alcanzable cuando se promueve desde la comunidad, con decisiones compartidas y con un enfoque de justicia ambiental y social.

Las políticas públicas sostenibles no solo son un compromiso con el medio ambiente, sino es una planeación que busca garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras.