Rastros de estiércol en la aldea

En las últimas horas tres de los más cercanos al gobernador electo, Alejandro Armenta fueron colocados en el blanco de ataques mediáticos y políticos. Se trata de José Luis García Parra, diputado local; José Tomé Cabrera, que se perfila para la Dirección de Comunicación Social; y Javier Sánchez Galicia, consultor en comunicación política y asesor del mandatario.

Los ataques provinieron de distintos frentes, con una diferencia de minutos. En la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador el corresponsal del sitio de noticias Vanguardia de Poza Rica Veracruz, Esteban Durán Acosta fue el primero en abrir fuego. Pidió una opinión al Presidente sobre el diputado de Puebla, José Luis García Parra.

Los expedientes de los que se apoyó fueron cartuchos quemados: el parentesco con el exgobernador Mario Marín; una presunta relación sentimental con Grace Palomares, diputada local; y el llamado Audi “del bienestar” bautizado así por el evasor de impuestos, Ricardo Salinas Pliego.

Como reportero de la vieja guardia debe saber que su conducta es la punta de un hilo cuya madeja conduce a quien sembró el nombre de García Parra para golpear al gobernador electo, Alejandro Armenta.

La propietaria de Vanguardia Veracruz, Patricia Ivonne Herrera Valera, cumple el próximo lunes 23 un año de haber sido detenida por el presunto delito de secuestro agravado.

El juez de control impuso medida cautelar de prisión preventiva necesaria, consta en la carpeta de investigación 406/2023. La víctima del plagio el 3 de abril del año pasado fue Ricardo Villanueva Ake, un reportero metido en un escándalo de probables vínculos de medios de la región con grupos delictivos como los Zetas.

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Villanueva Ake reveló en un video que fue subido a redes sociales la existencia de mandos policiacos y funcionarios del gobierno del municipio de Tihuatlán que gobernó hasta antes de su aprehensión el cúñalo de la acusada de secuestro, Gregorio Gómez Martínez.

La maquinaria difamatoria comenzó desde las 2:38 de la madrugada con el envío de una carta acusatoria en contra de Tomé Cabrera, desde el número celular 55 17 32 27 08 de un personaje de nombre Erick Bortolotti, excolaborador de Marcelo García Almaguer y cabeza visible de la empresa Bortolotti Comunicación, cuya dirección se ubica en la avenida 25 Poniente 2711.

El panfleto incluyo un conjunto de falsedades que van desde el incumplimiento de una promesa de matrimonio, violencia física, hasta infanticidio. El mensaje del número telefónico decía textual: Disculpa la hora compañer@ pero enviamos para difusión.       

Casi en paralelo se hizo circular una supuesta carta dirigida a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo en la que se vincula al consultor Sánchez Galicia de  haber orquestado campañas negras en contra de Lydia Cacho Ribeiro luego de haber estallado en audiogate, ¡hace 18 años!, firmado por una fantasmal agrupación denominada “Grupo Plural de Mujeres” de la que ningún colectivo por los derechos y la paridad tiene alguna referencia.      

Quien haya sembrado los tres temas en la agenda para golpear al gobernador electo a través de sus más cercanos colaboradores invocaron una máxima en los juegos de poder: el medio es el mensaje es el mensaje.

Haber recurrido a mensajeros con las cartas credenciales expuestas la existencia de sed de revancha, la pérdida de un coto de poder, la desilusión por haberse quedado fuera de un proyecto, el despecho por un amor no correspondido o colocar un distractor para impedir que el foco se centrara en un expediente de oprobio con la aparición de Ernesto Zedillo, impulsor del Fobaproa y el papel que jugó Ignacio Mier, diputado priista en ese entonces y sedicente fundador de Morena.